sábado, 16 de agosto de 2008

Canción del jangadero

CANCIÓN LITORALEÑA
Jaime Dávalos


Río abajo voy llevando la jangada,
río abajo por el alto Paraná,
es el peso de la sombra derrumbada
que buscando el horizonte bajará.

Río abajo, río abajo, río abajo,
a flor de agua voy sangrando mi canción.
En el sueño de la vida y el trabajo
se me vuelve camalote el corazón.

Jangadero, jangadero,
mi destino sobre el río es derivar,
desde el fondo del obraje maderero,
con el anhelo del agua que se va.

Padre río tus escamas de oro vivo
son la fiebre que me lleva más allá,
voy detrás de tu horizonte fugitivo
y la vida con el agua se me va.

Banda, banda, cielo y agua, sol y lluvia,
espejismo que no acaba de pasar,
piel de barro, fabulosa lampalagua (1),
me devora la pasión de navegar.

Jangadero, jangadero,
mi destino sobre el río es derivar,
desde el fondo del obraje maderero,
con el anhelo del agua que se va.



(1) Lampalagua: Serpiente boa de color amarronado con manchas amarillentas que vive en las serranías y llanuras del norte y noroesteargentino; se alimenta de aves y mamíferos pequeños.

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Mi luna cautiva

ZAMBA
José Ignacio "Chango" Rodríguez


De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia
igual que la calandria que azota el vendaval
y traigo mil canciones como leñita seca
recuerdos de fogones que invitan a matear.

Y divisé tu rancho a orillas del camino
allá donde a la noche le tejen un altar,
al pie del Calicanto la luna cuando pasa
peinó mi serenata la cresta del sauzal.

Tu amor es una estrella
con cuerdas de guitarra
una luz que me alumbra en mi oscuridad
acércate a la reja, sos la dueña de mi alma
sos mi luna cautiva que me besa y se va.

Escucha que mis grillos están enamorados
y lloran en la noche sollozos del sauzal
el tintinear de espuelas del río allá en el vado
y una noche serena prendida en mi cantar.

De nuevo estoy de vuelta mi tropa está en la huella
arrieros musiqueros me ayudan a llevar
tuve que hacer un alto por un toro mañero
allá en el Calicanto a orillas del Sauzal.

Tu amor es una estrella
con cuerdas de guitarra
una luz que me alumbra en mi oscuridad
acércate a la reja, sos la dueña de mi alma
sos mi luna cautiva que me besa y se va.

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Cueca de la Viña Nueva

CUECA
Félix Dardo Palorma


Cueca de la Viña Nueva,
mugrón (1) de la tierra al pecho
dulce, dulcecita como cuelga
de esas que se cuelgan en los techos.

Es la esperanza una cosa
que baila en el surco abierto,
usa, usa las cepas por bota
y se… y se ata con los sarmientos.

Saca el espiche (2) a la bordalesa (3)
que la jarana recién empieza;
lo poco es mucho, lo mucho es nada,
todo depende de las heladas,
saca el espiche a la bordalesa
que la jarana recién empieza.


Para el vino de la casa
cinco hileras dejaremos
y se… y según la vieja usanza
pisao, pisao o a pata lo haremos.

Ya se me hace que es vendimia
pensando en mi viña nueva,
ale… alegre como una niña
cuando, cuando a una fiesta la llevan.

Saca el espiche a la bordalesa
que la jarana recién empieza;
lo poco es mucho, lo mucho es nada,
todo depende de las heladas,
saca el espiche a la bordalesa
que la jarana recién empieza.



(1) Mugrón: sarmiento acodado de la vid. Mugrón de la tierra al pecho:sarmiento que sube desde la tierra al pecho, cepa.
(2) Espiche: estaca pequeña que sirve para cerrar un agujero, como las que se colocan en las cubas para que no salga el líquido o en losbotes para que no se aneguen.
(3) Bordalesa. Barrica bordalesa: Tonel de vino de 225 l. La bordalesa puesta horizontalmente tiene una canilla abajo en una de las tapas, y arriba tiene un agujero pequeño que se tapa con el espiche. Para quesalga el vino en cantidad por la canilla, abajo, hay que hacer entrarel aire por arriba, y para eso se le saca el espiche. (Enrique C. Picotto).


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viernes, 15 de agosto de 2008

Apurate, José

CHAMAMÉ
Teresa Parodi


Así hablaba la Jacinta en mi pueblo, yo la oí
cuando las aguas llegaron y se tuvieron que ir,
mezclando buen castellano con algo de guaraní;
esto fue lo que ella dijo, yo lo voy a repetir:


Apurate, José, que ya esta viniendo
la creciente otra vez y no se por qué,
esta vuelta las aguas me dan más miedo,
todo el bicherío
la está anunciando como nunca fue,
ayé (1) José,
ya junté los críos y el atadito en el terraplén.

Doña Pancha vino al amanecer
y su fue con frete para el batel
se llevó unas calchas (2)
y algunos trastos en el carro cue (3).
Ya pasó la Eulogia y cambá (4) Maciel,
orillando el pueblo por el tapé (5);
apurá, te digo, que llega el río y no sé por qué
el silencio aturde asustándome,
nunca fue tan triste el atardecer.

La Virgencita que me perdone
pero hace mucho que Dios se olvida de los isleños, jhei chupé (6),
¡ay, cómo sufre la gente pobre!
calamidades mante
(7)
le suelen pasar al pueblo, ayé José.


¿Te acordás la otra vez?:
los que no pudieron
alcanzar el camino, nadie más los vio,
la Evarista Luján, la de lo de Ríos,
se quedó solita esperando al López
en el rancho allá y no se supo más;
cada Viernes Santo suelo rezarle el Rosario, angá (8).

¡Apurá, te digo!, fijate bien:
el Jacinto Gómez pasó también,
fue de lo del Chino
para buscarle a la guaina (9) de él.
Ya junté el atado y los cunumí (10)
y a mi Virgencita, la de Itatí,
le pedí con rezos que nos ayude para salir,
hay que ir costeando el camino así,
apurá te digo,
¡añá memby! (11).


(1) Ayé: En guaraní quiere decir "¿no es verdad?".
(2) Calcha: En guaraní "manta del apero de montar".
(3) Cue: Viejo, destartalado.
(4) Cambá: Aborigen. Moreno. Negro.
(5) Tapé: Camino, carretera, calle.
(6) Jhey chupé: "según cuentan", "como dicen".
(7) Mante: Solamente.
(8) Angá: Pobrecita.
(9) Guaina: Novia, mujer.
(10) Cunumí: Niña, joven, muchacha de campo. Critauras.
(11) Aña memby: Hijo del diablo, expresión de enojo.

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La nochera

ZAMBA
Jaime Dávalos; Ernesto Cabeza


Ahora que estás ausente
mi canto en la noche te lleva,
tu pelo tiene el aroma
de la lluvia sobre la tierra.

Y tu presencia en las viñas
dorada de luna se aleja
hacia el corazón del vino
donde nace la primavera.

Mojada de luz
en mi guitarra nochera
ciñendo voy tu cintura
encendida por las estrellas.


Quisiera volver a verte,
mirarme en tus ojos quisiera,
robarte guitarra adentro
hacia el tiempo de la madera.

Cuando esta zamba te cante
en la noche sola recuerda,
mirando morir la luna,
cómo es larga y triste la ausencia.

Mojada de luz
en mi guitarra nochera
ciñendo voy tu cintura
encendida por las estrellas.


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Zamba de mi esperanza

ZAMBA
Luis H. Morales


Zamba de mi esperanza,
amanecida como un querer;
sueño, sueño del alma
que a veces muere sin florecer.

Zamba, a ti te canto
porque tu canto derrama amor;
caricia de tu pañuelo
que va envolviendo mi corazón.

Estrella, tú que miraste,
tú que escuchaste mi padecer,
estrella, deja que cante,
deja que quiera como yo sé.


El tiempo que va pasando,
como la vida, no vuelve más;
el tiempo me va matando
y tu cariño será, será.

Hundidos en horizonte
soy polvareda que al viento va;
zamba, ya no me dejes:
yo sin tu canto no vivo más.

Estrella, tú que miraste,
tú que escuchaste mi padecer,
estrella, deja que cante,
deja que quiera como yo sé.

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Sapo cancionero

ZAMBA
Jorge Hugo Chagra; Nicolás Toledo


Sapo de la noche, sapo cancionero
que vives soñando junto a tu laguna
tenor de los charcos, grotesco trovero
que estás embrujado de amor por la luna.

Yo sé de tu vida sin gloria ninguna,
sé de la tragedia de tu alma inquieta
y esa tu locura de adorar la luna
que es locura eterna de todo poeta.

Sapo cancionero canta tu canción
que la vida es triste
si no la vivimos con una ilusión.


Tú te sabes feo, feo y contrahecho
por eso de día tu fealdad ocultas
y de noche cantas tu melancolía
y suena tu canto como letanía.

Repican tus voces en franca porfía
tus coplas son vanas como son tan bellas,
¿no sabes acaso que la luna es fría
porque dio su sangre para las estrellas?

Sapo cancionero canta tu canción
que la vida es triste
si no la vivimos con una ilusión.

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Mi abuela bailó la zamba

ZAMBA
Carlos Carabajal; Peteco Carabajal


Nadie bailó la zamba de ayer
como lo hacía mi abuela,
si me parece verla
pañuelo al aire volar,
si me parece verla
en las trincheras (1).

Perfume y agua pa'l carnaval,
corazones ardientes;
las trenzas de las mozas
que salen a conquistar,
allá por las trincheras
su amor encontrarán.

Repiquetear de bombos
llega la gente al lugar;
cajones de cerveza
de mesa en mesa pa' invitar;
cuando la orquesta suena
baila mi abuela.


Mariposas al aire se van
pomos y serpentinas;
sigue la bailarina
brindando danza y amor,
debajo la enramada,
la bailarina.

Años pasados —no volverán—
refrescan mi memoria
jinetes de a caballo
en un solo galopar,
jinetes de a caballo
llegan al carnaval.

Repiquetear de bombos
llega la gente al lugar
cajones de cerveza
de mesa en mesa pa' invitar;
cuando la orquesta suena
baila mi abuela.


(1) Trinchera: Espacio habilitado con troncos que se ponen alrededor del patio donde se hará la fiesta. Los troncos suelen medir 10 cm dediámetro, tienen un travesaño a la altura del pecho de un caballo paraevitar que entren jinetes al patio de baile.

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Sirviñaku

CARNAVALITO
Jaime Dávalos; Eduardo Falú


Yo t'hei dicho nos casimos
vos diciendo que tal vez
sería bueno que probimos
m'a ver eso qué tal es.

Te propongo sirviñaku (1)
si tus tatas dan lugar,
pa' la alzada del tabaco
vámonos a trabajar.

T'hei comprar ollita nueva
en la feria 'i Sumalao,
es cuestión de hacer la prueba
de vivirnos amañaos;
lara laila laralalaila
larailala laralá
es cuestión de hacer la prueba
de vivirnos amañaos.

Y si tus tatas se enteran
ya tendrán consolación,
que todas las cosas tienen
con el tiempo la ocasión.

Y si Dios nos da un changuito,
a mí no me ha'i de faltar
voluntad pa' andar juntitos
ni valor pa' trabajar.

Te propongo como seña
pa' saber si me querís:
cuando vas a juntar leña
silbame como perdiz;
lara laila laralalaila
larailala laralá
cuando vas a juntar leña
silbame como perdiz.


(1) Sirviñaku o amañamiento: Costumbre social ancestral por la que lasparejas —normalmente muy jóvenes— conviven sin casarse. Esgeneralmente en la fiesta de Carnaval cuando anuncian su compromiso, y ahí comienzan su vida de amañados donde procuran llegar alentendimiento común. Pueden tener hijos durante el sirviñacu y, pasadoun año o dos, celebrarán su boda.

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Vamos a la zafra

ZAMBA
Jaime Dávalos; Eduardo Falú


Vamos, mi amor, a la zafra (1)
tenemos que levantar
todo el dulzor de la tierra
cuajada en las fibras del cañaveral.

De sol a sol en el surco
trabajaremos los dos
mientras madura en tu entraña
el hijo cañero que tengo con vos.

Cuando voleo el machete
tajando la sombra del cañaveral
es el sudor la simiente
salando caliente
mi sangre y mi pan.


Quiero que tengas un chango (2)
para yapar (3) el jornal
porque pelando maloja (4)
se come mis brazos el cañaveral.

Ya no creo en el desquite
que buscaba en el alcohol,
vamos, mi amor, a la zafra:
me queman las ganas de hachar sol a sol.

Cuando voleo el machete
tajando la sombra del cañaveral
es el sudor la simiente
salando caliente mi sangre y mi pan.



(1) Zafra: Cosecha de la caña dulce.
(2) Chango: Niño, muchacho.
(3) Yapar: Del quechua 'yapa', ayuda, aumento; en la América Meridional, añadidura. 'De yapa': en la América Meridional, "además", "gratuitamente". Esencialmente no puede haber yapa si no hay compra (u otra forma de intercambio de bienes). La única palabra similar en español --antes de que el quechua yapa entrara en nuestra lengua-- es 'adehala'. De modo que si compras dos docenas de higos te dan unos dos o tres de 'yapa' o medio kilo de queso te dan una onza de 'yapa'. La yapa es un acto voluntario, o mejor de buena voluntad. Claro que ahora yapa incluye algo que se añade aunque no haya compra o intercambio de por medio, por ejemplo: "Se me incendió la casa y de yapa se me aguó la boda con la Felicia" o "lo denunció e hizo meter preso y, de yapa, le robó la mula. (H. Rodrigo Ruiz Ávila, "Chafallo"). Aumentar. Más que eso: viene del quechua yapa, sobrante, excedente, complemento. No hace mucho se le pedía "la yapa" al comerciante (almacenero, panadero...), y consistía en un poco más del producto adquirido, por lo general un comestible, una confitura, etc. (Emilio Pedro Portorrico).
(4) Maloja: Maíz para pasto.

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A qué volver

ZAMBA
Marta Mendicute; Eduardo Falú


La casa ya es otra casa,
el árbol ya no es aquel,
han volteao hasta el recuerdo,
entonces, a qué volver.

Mi perro allá arriba inmóvil,
viendo la tarde crecer,
y este vacío de ahora
entonces a qué volver.

Volver para qué,
para sentir otra vez
que se desboca tu ausencia
dormida en mis venas
borrada en mi piel;
para que duela tu ausencia,
entonces a qué volver.


Mi puente, mi viejo puente,
qué río verá correr,
si lo han llevao de Tilcara
entonces a qué volver.

La magia ya se ha perdido,
¡quién la pudiera encender!;
ni la tierra ya es de tierra,
entonces a qué volver.

Volver para qué,
para sentir otra vez
que se desboca tu ausencia
dormida en mis venas
borrada en mi piel;
para que duela tu ausencia,
entonces a qué volver.



(*) La zamba narra en forma nostalgiosa el cambio que tuvo lugar en Tilcara cuando decidieron pavimentar la ciudad y cambiaron el viejo puente peatonal que unía a la ciudad con la ruta por un puente carretero pavimentado para el paso de los vehículos, con lo que la ciudad perdió su típico sabor colonial y la magia de sus calles arboladas serenas y que de noche se llenaban de guitarras, quenas y bombos. Entonces, Volver para qué.... (Ángel Escobar).

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Pastor de nubes

CHAYA
Manuel J. Castilla; Fernando Portal


Ese que canta es Barboza,
pastorcito tastileño (1),
apenas se lo divisa
cuando llovizna en el cerro.

Cada cardón de la falda
se le parece por dentro,
un poco por las espinas
pero más por el silencio.

La florcita amarilla de tu sombrero,
pastora, dámela en Pascua,
que es tiempo de andar queriendo.


Mirando pasar las nubes
encima 'el cerro me quedo
y de golpe me parece
que soy yo el que se está yendo.

Pastores como Barboza
puede ser que estén habiendo
pero ninguno como él
que de amor ande muriendo.

La florcita amarilla de tu sombrero,
pastora, dámela en Pascua,
que es tiempo de andar queriendo.



(1) Santa Rosa de Tastil: Población en el borde suboriental de la Puna argentina, en el noroeste del país.

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jueves, 14 de agosto de 2008

La viajerita

ZAMBA
Atahualpa Yupanqui


Desde los cerros
viene esta zambita
por eso la llamo yo
"la viajerita", palomitay.

Sendas de arena,
tarcos (1) floridos
y un corazón que pena
por un olvido, palomitay.

¡Ay, viajerita!
El alba asoma
trayendo de los cerros
frescor y aroma, palomitay.


Yo soy de arriba,
soy del cochuna
ranchito, monte y río
soles y lunas, palomitay.

Hasta Alpachiri
voy los domingos
y por la noche al cerro
vuelvo solito, palomitay.

¡Ay, viajerita!
El alba asoma
trayendo de los cerros
frescor y aroma, palomitay.



(1) Tarco: Jacarandá, árbol ornamental americano, de gran porte, con follaje caedizo y flores tubulares de color azul violáceo.

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Zamba de Lozano

ZAMBA
Manuel J. Castilla; Gustavo "Cuchi" Leguizamón


Cielo arriba de Jujuy,
camino a la Puna me voy a cantar;
flores de los tolares,
bailan las cholitas el carnaval.

En los ojos de las llamas
se mira solita la luna de sal,
y están los remolinos
en los arenales dele bailar.

Ramito de albahaca,
niña Yolanda, ¿dónde estará?;
atrás se quedó alumbrando
su claridad;
vuelvo a las Abajeñas,
ya mi caballito no puede más.


Jujeñita, quien te vio
en la Puna triste te vuelve a querer;
mi pena se va al aire
y en el aire llora su padecer.

Me voy yendo, volveré;
los tolares solos se han vuelto a quedar;
se quemará en tus ojos
zamba enamorada del carnaval.

Ramito de albahaca,
niña Yolanda, ¿dónde estará?;
atrás se quedó alumbrando
su claridad;
vuelvo a las Abajeñas,
ya mi caballito no puede más.


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Zamba para olvidarte

ZAMBA
Julio Fontana; Daniel Toro


No sé para qué volviste,
si te empezaba a olvidar;
no sé si ya lo sabrás:
lloré cuando vos te fuiste;
no sé para qué volviste,
qué mal me hace recordar.

La tarde se ha puesto triste
y yo prefiero callar,
para qué vamos a hablar
de cosas que ya no existen;
no sé para qué volviste,
ya ves que es mejor no hablar.

Qué pena me da
saber que al final
de este amor ya no queda nada,
sólo una pobre canción
da vueltas por mi guitarra,
y hace rato que te extraña
mi zamba para olvidar.

Mi zamba vivió conmigo
parte de mi soledad;
no sé si ya lo sabrás...
mi vida se fue contigo,
contigo, mi amor, contigo;
qué mal me hace recordar.

Mis manos ya son de barro
tanto apretar al dolor,
y ahora que me falta el sol
no sé qué venís buscando.
Llorando, mi amor, llorando
también olvidame vos.

Qué pena me da
saber que al final
de este amor ya no queda nada,
sólo una pobre canción
da vueltas por mi guitarra,
y hace rato que te extraña
mi zamba para olvidar.


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El cosechero

RASGUIDO DOBLE
Ramón Ayala

El viejo río que va
cruzando el amanecer,
como un gran camalotal (1)
lleva la balsa en su loco vaivén.

Rumbo a la cosecha cosechero yo seré
y entre copos blancos mi esperanza cantaré
con manos curtidas dejaré en el algodón
mi corazón.

La tierra del Chaco quebrachera y montaraz
prenderá mi sangre con un ronco sapukay (2),
y será en el surco mi sombrero bajo el sol
faro de luz.


De Corrientes vengo yo,
Barranqueras ya se ve,
y en la costa un acordeón
gimiendo va su lento chamamé (3).

Rumbo a la cosecha cosechero yo seré
y entre copos blancos mi esperanza cantaré
con manos curtidas dejaré en el algodón
mi corazón.

La tierra del Chaco quebrachera y montaraz
prenderá mi sangre con un ronco sapukay,
y será en el surco mi sombrero bajo el sol
faro de luz.

Algodón, que se va, que se va, que se va,
plata blanda mojada de luna y sudor,
un ranchito borracho de sueños y amor
quiero yo.


(1) Camalotal: Lugar cubierto de camalotes (planta forrajera acuática) en las orillas de los ríos y pantanos.
(2) Sapukay (o sapucay): Grito al cantar, que puede expresar alegría, libertad, rebeldía, tristeza...
(3) Chamamé: Canto amoroso a la lengua guaraní (che-ama-mi: mi amiga, mi alma, mi dueña).

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martes, 12 de agosto de 2008

Trago de sombra

ZAMBA
Jaime Dávalos; Eduardo Falú


Pídele al viento firmeza
y al río que vuelva atrás:
no me pidas que me quede
si toda mi vida contigo se va.

Llora en la tarde el lucero
y en el silencio sin fin
por los profundos sauzales
desangra llorando su canto el crespín.


Yo te pido que nunca me tengas piedad
envenename de amor,
dame a beber en tus ojos
dos tragos de sombra de tu corazón.



Cuando me voy de tu lado
crece en la ausencia el amor
y en la distancia comprendo:
no tiene sentido la vida sin vos.

Y si me miro en tus ojos
siento en el alma crecer
una frescura de trébol
que moja el rocío del amanecer.


Yo te pido que nunca me tengas piedad
envenename de amor,
dame a beber en tus ojos

dos tragos de sombra de tu corazón.

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La añera

ZAMBA
Atahualpa Yupanqui, Nabor Córdoba


¿Dónde está mi corazón,
que se fue tras la esperanza?
Tengo miedo que la noche
me deje también sin alma.

¿Dónde está la palomita,
que al amanecer lloraba?
Se fue, muy lejos, dejando
sobre mi pecho, sus lágrimas.


Cuando se abandona el pago
y se empieza a repechar,
tira el caballo adelante
y el alma tira pa' tras.


Yo tengo una pena antigua:
inútil botarla afuera.
Y como es pena que dura,
yo la he llamado la añera.

¿Dónde están las esperanzas?
¿Dónde están las alegrías?
La añera es la pena buena
y es mi sola compañía.


Cuando se abandona el pago
y se empieza a repechar,
tira el caballo adelante
y el alma tira pa' tras.


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La pobrecita

ZAMBA
Atahualpa Yupanqui


La llaman "La pobrecita"
porque esta zamba nació en los ranchos;
con una guitarra mal encordada
la cantan siempre los tucumanos.

Allá en los cañaverales
cuando la noche viene llegando
por entre los surcos se ven de lejos
los tucu-tucu (1) de los cigarros.


Solcito del camino,
lunita de mis pagos;
en la pobrecita zamba del surco
cantan sus penas los tucumanos;
la-la-la…
cantan sus penas los tucumanos.



Mi zamba no canta dichas,
sólo pesares tiene el paisano;
con las hilachitas de una esperanza
bordan su sueño los tucumanos.

Conozco la triste pena
de las ausencias y del mal pago;
en mi noche larga prenden sus fuegos
los tucu-tucu del desengaño.


Solcito del camino,
lunita de mis pagos;
en la pobrecita zamba del surco
cantan sus penas los tucumanos;
la-la-la…
cantan sus penas los tucumanos.



(1) Tucu-tucu: De tuco, pelaje oscuro del animal, casi azulado. También luciérnaga o coyuyo: Insecto con dos manchas amarillentas a los lados del tórax, por las cuales despide de noche una luz azulada bastante viva.
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Zambita de los pobres

ZAMBA
Atahualpa Yupanqui


Cuando llega el domingo
hasta la villa bajando voy
y se queda mi rancho
como diciendo: "Qué solo estoy".

Bajo de un algarrobo
esta zambita siento cantar
y el rasguido parece
que me dijera: "Vení, bailá".


Zambita de los pobres,
flor de los valles,
luz de amistad:
alhajita (1) es tu canto,
en los domingos del Tucumán.



Cariñito del cerro,
mi criolla buena,
¿dónde andará?
Hoy te canto la zamba
de tus domingos, palomitay.

Empochada de niebla
fuiste camino de la ciudad.
Mi zambita te espera,
criollita linda, vení, bailá.


Zambita de los pobres,
flor de los valles,
luz de amistad:
alhajita es tu canto,
en los domingos del Tucumán.



(1) Alhajita: Bonito, agradable.

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lunes, 4 de agosto de 2008

Alfonsina y el mar

ZAMBA
Félix Luna, Ariel Ramírez

Por la blanda arena que lame el mar,
su pequeña huella no vuelve más.
Un sendero solo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda;
un sendero solo de penas mudas
llegó hasta la espuma.

Sabe Dios qué angustia te acompañó,
qué dolores viejos calló tu voz,
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas
la canción que canta
en el fondo oscuro del mar,
la caracola.


Te vas, Alfonsina, con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar:
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando;
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de sal.


Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral,
y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado;
y los habitantes del agua
van a jugar pronto a tu lado.

Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma, nodriza, en paz,
y si llama él no le digas que estoy,
dile que Alfonsina no vuelve,
y si llama él no le digas nunca que estoy,
di que me he ido.


Te vas, Alfonsina, con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar:
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando;
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de sal.

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Habla... Cantora, lo último de Mercedes Sosa

Habla... don Sixto Palavecino

Habla... Atahualpa Yupanqui

Datos personales

Mi foto
Andaluza de Guadix (Granada), aficionada al folclore argentino, al flamenco, a la tierra y a las palabras.