CANCIÓN LITORALEÑA
Jaime Dávalos; Eduardo Falú
¿Adónde te irás volando por esos cielos,
brasita negra que lustra la oscuridad?;
detrás de tu vuelo errante
mis ojos gozan la inmensidad, la inmensidad.
Veleros de la tormenta se van las nubes,
en surcos de luz dorada se pone el sol
y, como sílabas negras, las golondrinas (1)
dicen adiós, dicen adiós.
Vuela, vuela, vuela, golondrina,
vuelve del más allá.
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz, cruzando el mar, cruzando el mar.
Un cielo de barriletes (2) tiene la tarde,
el viento en las arboledas cantando va
y, desandando los días, mi pensamiento
también se va, también se va.
Cuando se acorten los días junto a mi sombra
y en mi alma caiga sangrando el atardecer,
yo levantaré los ojos pidiendo al cielo
volverte a ver, volverte a ver.
Vuela, vuela, vuela, golondrina,
vuelve del más allá.
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz, cruzando el mar, cruzando el mar.
(1) Las golondrinas, mis golondrinas, nuestras golondrinas, dejan los aleros, los alféizares, las cornisas y la espadaña de la misión de San Juan Capistrano en California y vuelven, con el piquito hacia mi Sur y las alitas izquierdas haciéndole cosquillas al sol de la mañana, al pueblo de Goya, en la provincia de Corrientes, República Argentina. (H. Rodrigo Ruiz Ávila, "Chafallo").
(2) Barrilete: Cometa.
Jaime Dávalos; Eduardo Falú
¿Adónde te irás volando por esos cielos,
brasita negra que lustra la oscuridad?;
detrás de tu vuelo errante
mis ojos gozan la inmensidad, la inmensidad.
Veleros de la tormenta se van las nubes,
en surcos de luz dorada se pone el sol
y, como sílabas negras, las golondrinas (1)
dicen adiós, dicen adiós.
Vuela, vuela, vuela, golondrina,
vuelve del más allá.
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz, cruzando el mar, cruzando el mar.
Un cielo de barriletes (2) tiene la tarde,
el viento en las arboledas cantando va
y, desandando los días, mi pensamiento
también se va, también se va.
Cuando se acorten los días junto a mi sombra
y en mi alma caiga sangrando el atardecer,
yo levantaré los ojos pidiendo al cielo
volverte a ver, volverte a ver.
Vuela, vuela, vuela, golondrina,
vuelve del más allá.
Vuelve desde el fondo de la vida,
sobre la luz, cruzando el mar, cruzando el mar.
(1) Las golondrinas, mis golondrinas, nuestras golondrinas, dejan los aleros, los alféizares, las cornisas y la espadaña de la misión de San Juan Capistrano en California y vuelven, con el piquito hacia mi Sur y las alitas izquierdas haciéndole cosquillas al sol de la mañana, al pueblo de Goya, en la provincia de Corrientes, República Argentina. (H. Rodrigo Ruiz Ávila, "Chafallo").
(2) Barrilete: Cometa.
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